MANIFIESTO 25N IES GABRIEL MIRÓ 2023

    Hoy nos volvemos a reunir para reivindicar desde 2º curso del CFGS Promoción de Igualdad de Género, que las recordamos y continuamos la lucha feminista en su nombre y en el nombre de todas las que han sido asesinadas, desde que, en 1999, fue nombrado por la ONU el 25 de noviembre, Día Internacional contra la violencia de género. 

    La violencia del hombre contra la mujer ha permanecido oculta en la vida privada de las personas y de nuestra sociedad. Es nuestra obligación, en este día y a lo largo de todo el año, hacerla visible porque no es un asunto privado, sino un delito perseguido por la ley y un problema de interés público a nivel mundial.

   La violencia contra las mujeres desaparecerá cuando las mujeres dejen de ser consideradas ciudadanas de segunda y participen de forma igualitaria en la sociedad. 

    Desaparecerá cuando dejen de estar a la cabeza de las cifras de pobreza, de las listas de desempleo o de sufrir infravaloración de sus trabajos y los problemas de conciliación de su vida personal, laboral y social. 

   Desaparecerá cuando se deje de usar la imagen de la mujer como objeto de consumo, cuando sus palabras se oigan con el mismo volumen que la de los hombres y cuando se las nombre y se las visibilice en todos los espacios sociales. 

   Desaparecerá cuando exista una verdadera educación no sexista donde las niñas y niños tengan presente y futuro con las mismas posibilidades. 

   Parece que siempre estamos reivindicando lo mismo, pero desde el 2010 que se empieza a documentar los feminicidios en España ya se ha registrado 1.467 mujeres asesinadas por hombres, una cifra bastante escalofriante. De las cuales, este año 2023 se han asesinado 93 mujeres por conductas machistas, de las cuales 52 han sido víctimas por violencia de género, asesinadas en manos de su pareja o expareja sentimental. 

        No sólo queremos recordad hoy, a las mujeres víctimas de esta lacra, también a otras víctimas que viven una muerte silenciosa cada día en sus hogares, son las mujeres que sufren cualquier tipo de violencia física, psicológica o sexual. Mujeres que, en muchos casos, no son ni siquiera conscientes de estar sufriendo esa situación porque quizás sigan creyéndose culpables de lo que les está pasando o justifiquen a su agresor. También que puedan creer que la situación puede cambiar cada vez que él se arrepiente, o le promete que no va a volver a pasar. Son Mujeres atrapadas en la telaraña del amor posesivo y dependiente, es decir, una relación tóxica.

    Es por ello,  que debemos seguir insistiendo en campañas de prevención, informando y previniendo desde todos los ámbitos de la sociedad: desde la familia con una educación en igualdad, desde los colegios con una coeducación real, desde el trabajo y desde los poderes políticos, parte fundamental, para que se produzca un cambio. 

    Hoy, más que nunca, existen medidas legales para dar solución al problema del maltrato en el ámbito familiar, la ley integral contra la violencia de género. Ley que parecía ser un marco legal que nos proporciona respuestas pero no es así, viendo que cada día mueren mujeres a manos de sus parejas o exparejas. Por eso, debemos reflexionar  y preguntarnos qué es lo que está fallando para que el número de víctimas continúe aumentando cada año.

    No queremos ni debemos olvidar a las víctimas más inocentes, la juventud y las personas ancianas que sufren todo tipo de maltrato y abandono. Algo estamos construyendo mal en esta sociedad, cada vez es más violenta, donde no somos capaces de resolver los conflictos con la palabra. Debemos pararnos y sentir cada muerte, cada acto violento que nos hace, a todos y todas, vulnerables. No debemos quedarnos impasibles ni cerrar los ojos al horror. 

    Por último, exigimos como alumnado que se refuerce el sistema educativo además de la formación de todo el profesorado en igualdad de género, para garantizar la seguridad y bienestar de todos los jóvenes estudiantes de nuestro país, además de regular las desigualdades y conseguir una coeducación más equitativa y respetuosa.

    Como conclusión, las mujeres de todo el mundo nos queremos diversas, libres, rebeldes, seguras y vivas para asegurar nuestros derechos y transformar la realidad. Seguiremos trabajando día a día para erradicar todas estas injusticias. Apostamos por una sociedad que se transforme desde la óptica feminista, de cuidados, de transformación social e igualitaria que respete la diversidad y a todas las personas, sin distinción de su sexo, orientación sexual, nacionalidad o estatus migratorio, raza o etnia, creencias políticas o religiosas.