MANIFIESTO 8M IES GABRIEL MIRÓ 2025
Un año más, el alumnado del CFGS Promoción de Igualdad de
Género alza la voz para conmemorar el 8M, Día Internacional de la Mujer, reafirmando
nuestro compromiso con la igualdad, celebrando los logros alcanzados y reconociendo
las luchas pendientes que nos quedan para conseguir la igualdad real en nuestra
sociedad.
Es vital que no perdamos el sentido de este día y para ello tenemos que saber el motivo por el cual surgió. El origen del 8 de marzo está vinculado a todas las luchas obreras y feministas desde el siglo XIX y principios del XX. A finales del siglo XIX, en plena Revolución Industrial, las mujeres comenzaron a organizarse para exigir mejores condiciones laborales y derechos básicos. Muchas trabajaban en fábricas textiles en condiciones deplorables: jornadas extenuantes, salarios ínfimos y nula seguridad. Uno de los eventos más citados ocurrió el 8 de marzo de 1857 en Nueva York, cuando trabajadoras textiles salieron a las calles para protestar por sus condiciones laborales y pedir igualdad de salarios.
El primer Día Internacional de la Mujer se celebró el 19
de marzo de 1911 en países como Alemania, Austria, Dinamarca y Suiza, con
manifestaciones masivas exigiendo el voto, mejores condiciones laborales y el
fin de la discriminación.
La fecha del 8 de marzo se consolidó gracias a un evento
histórico en Rusia. El 23 de febrero de 1917 según el calendario juliano
(que corresponde al 8 de marzo en el calendario gregoriano), miles de mujeres
rusas salieron a las calles de Petrogrado para protestar por la escasez de
alimentos y la guerra, en medio de la Primera Guerra Mundial.
Fue en 1975 cuando Naciones Unidas oficializó el 8 de
marzo como el Día Internacional de la Mujer, dándole un carácter global y
ampliando su enfoque más allá del ámbito laboral, lograr la igualdad de género
en todos los ámbitos: personal, social y laboral.
Tal como dijo Simone de Beauvoir “Nunca olvides que una crisis política, económica o religiosa será suficiente para que los derechos de las mujeres sean cuestionados”, y en esa situación estamos, todo el trabajo que queda por hacer y lo lejos que estamos de la igualdad real, la libertad y el derecho de las mujeres a una vida sin violencia.
Si echamos la vista atrás, hemos avanzado como sociedad y conseguido grandes logros, sin embargo, el patriarcado sigue siendo una sombra que se reinventa, adaptándose a nuevas formas de perpetuar las desigualdades que sufren las mujeres. La brecha salarial, la violencia de género, la falta de representación y el peso desproporcionado de los cuidados siguen marcando la vida de millones de mujeres en todo el mundo. Por eso hoy exigimos:
- Igualdad real, no solo en las leyes, sino en los salarios, en las oportunidades y en el reconocimiento de nuestro trabajo visible e invisible.
- Fin a la violencia machista, en todas sus formas: física, psicológica, económica, digital y estructural. Ninguna mujer merece vivir con miedo.
- Justicia reproductiva y autonomía corporal, porque nuestros cuerpos no son campos de batalla ni objetos de control.
- Educación y cultura igualitarias, para desmantelar estereotipos y construir sociedades donde el género no determine destinos.
Necesitamos una sociedad con bases feministas, donde los niños y niñas crezcan sin diferencias por el género y ambos tengan las mismas oportunidades de conseguir sus metas progresando en la vida. Es por ello que exigimos el compromiso de los organismos públicos en la lucha por la igualdad en todas sus formas.
Desde el ámbito educativo, la lucha por la igualdad de oportunidades es clave, ya que la educación es un pilar fundamental para transformar mentalidades, desmantelar desigualdades estructurales y empoderar a las nuevas generaciones. Para ello es necesario:
- La formación docente en igualdad, integrando la perspectiva de género como contenido transversal.
- Involucrar a las familias en la educación en valores igualitarios
- Educar en prevención de la violencia y el respeto.
- Visibilizar a mujeres referentes en todos los ámbitos para que desde la infancia ya tengan modelos a seguir.
- Combatir el edadismo rompiendo los estereotipos que recaen sobre la mujer.
Hoy, os pedimos este compromiso de escuchar, de aprender, de
cuestionar lo que no está bien y apoyarnos mutuamente. Queremos aulas donde
nadie tenga miedo de ser quien es, donde las chicas no bajen la voz y los
chicos no teman romper moldes. Queremos un futuro donde el 8M no sea solo un
día, sino una forma de vivir.
Como alumnado del Ciclo de Promoción de Igualdad de Género
reafirmamos nuestro compromiso para la construcción de una sociedad más
equitativa e igualitaria, que nuestra lucha no decaiga y que sigamos avanzando
en una misma dirección.
“ROMPAMOS BARRERAS Y CONSTRUYAMOS UN FUTURO IGUALITARIO”
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